
A la hora de abrazar, nos encontramos con sorpresas. El abrazo es un lenguaje, un idioma que de cuando en cuando, vale la pena descifrar.
Hay abrazos ed pareja, de amigos, de despedidas y reencuentros, de puro cariño o simple protocolo. Abrazos de padre a hijo y de hijo a padre y madre. Cortos y largos. Apretados y timidos... A veces nos refugiamos en los brazos de otros, a veces contenemos el cuerpo entero de quien recibe nuestra abrazada...
Muchas veces sentimos el vacio de no poder completar un abrazo, de no poder terminarlo, de dejarlo inconcluso en la memoria. A no engañarse, eso si: la fauna humana es de variada especie, y entre la multitud habrá uno dispuesto a abrazarte mientras esconde el cuchillo con el que luego te atacára. Un proverbio dice que:
Entre sus ventajas evidentes se cuenta que libera tensiones, es portátil y no requiere de gran infraestructura para concretarse. Normalmente reemplaza a las palabras, aunque a veces esta hecho de ella...Necesitamos cuarto abrazos diarios para sobrevivir, ocho para mantenernos y doce para crecer.
1 comentario:
Hay abrazos que se te hacen necesarios.. y cuando no los tienes los extrañas..
Hay abrazos que te dan la seguridad que siempre has buscado, hay abrazos que te llenan, que te iluminan, que te dan vida...¡¡
Qué tiempo que no me abrazan...¡¡¡
Cariños,
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