2.13.2006

Regresando de unos dias en la casa de mis abuelos en Panguipulli... escuchando Yann Tiersen (La dispute), leyendo poemas de un amigo... mucha nostalgia junta u.u.
Te extraño mucho Josué! no sabes cuanto... extraño tu carita, tus ojos... cuando hablabas puras incoherencias, rapidito, que no se te entendia nada y yo quedaba plop! con cara de "no te entendi nada, pero soy feliz" jajaja... me acuerdo de la despedida.. me tio tanta pena. Ahora escucho el mensaje que me mandaste.. tienes razon.. siempre hay cosas que decir, el problema es que no sabes como o no tienes las palabras para expresar todo lo que se siente. Ojála que nos encontremos de nuevo algun dia.. que algo hayan cambiado las cosas y podamos ser mas felices que antes. Homenaje a ti querido amigo... espero que volvamos a vernos la caras. Te quiero mucho. Un abrazo bien grande y un beso! =*
Antes de partir
Josué Garrido
Estaba a media mariposa de descubrir la razón de la existencia pero me dio sueño y tuve que llorar para que saliera el sol
Entre lágrima y lágrima olvide como respirar y entre que me ahogo por exceso de sueños y entre que me asfixio por falta de tiempo llego el momento de despedirme.
“Nos vemos en un rato” le dije a mis amigas “No me esperes despierto” le dije a mi perro “Te odio, te odio, te odio” le dije a mi mismo a pesar de que no era cierto.
Antes de partir estaba yo sentado en una banca con sabor a moral y mi vida estaba desordenada y vacía y el espíritu de la nada se movía sobre la faz de mis lágrimas y dijo el perro de mi vecino miau...”
entonces fue cuando pude ver que mi vida estaba aquí Antes de partir decidí quedarme Antes de partir (justo antes de partir) era demasiado tarde

PD: perdonen la horrible estructuracion del poema, pero no pude arreglarlo mejor.

2.07.2006

Cuando en la tarde aparezco en los espejos.

Cuando en la tarde aparezco en los espejos.
Jorge Teillier
Cuando en la tarde aparezco en los espejos
Cuando yo y la tarde queríamos unirnos
Tristemente nos despedimos
Tristemente nos hablamos en el espejo que disuelve las imágenes
Quién soy entonces
Quizás por un momento
De verdad soy yo que me encuentro
Quién soy yo sino nadie
Alguien que quisiera pasarse los días y los días
Como un solo domingo
Mirando los últimos reflejos del sol en los vidrios
Mirando a un anciano que da de comer a las palomas
Y a los evangélicos que predican el fin del mundo
Cuando en la tarde no soy nadie
Entonces las cosas me reconocen
Soy de nuevo pequeño
Soy quien debiera ser
Y la niebla borra la cara de los relojes en los campanarios.

2.06.2006

Walking Around

Walking Around. Pablo Neruda.
Sucede que me canso de ser hombre. sucede que entro en las sastrerías y en los cines Marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro navegando en un agua de origen y ceniza.
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos. Solo quiero un descanso de piedras o de lana, solo quiero no ver establecimientos ni jardines, ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y de mis uñas y mi pelo y mi sombra. Sucede que me canso de ser hombre. Sin embargo seria delicioso asustar a un notario con un lirio cortado o dar muerte a una monja con un golpe de oreja. Seria bello ir por las calles con un cuchillo verde y dando gritos hasta morir de frió.
No quiero seguir siendo raíz de las tinieblas. vacilante, extendido, tiritando de sueño, hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra, absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mi tantas desgracias. no quiero continuar de raíz y de tumba, de subterráneo solo, de bodega con muertos, aterido, muriéndome de pena.
Por eso el día lunes arde como el petróleo y cuando me ve llegar con mi cara de cárcel, y aúlla en su transcurso como una rueda herida, y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas, a hospitales donde los huesos sale por la ventana, a ciertas zapaterías con olor a vinagre, a calles espantosas como grietas.
Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos colgando de las puertas de las casas que odio, hay dentaduras olvidadas en una cafetera. Hay espejos que deberían haber llorado de vergüenza y espanto, hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos con zapatos, con furia y olvido, paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia, y patios donde hay sopas colgadas de un alambre: Calzoncillos, toallas y camisas que lloran lentas lágrimas sucias.